La académica sucede a Nieves Schade Yancovic, quien fue la primera en servir en el cargo creado en 2018, cuyo fin principal es contribuir a la buena convivencia al interior de la casa de estudios. Con un nuevo reto vive el inicio del año la trabajadora social y docente de la Facultad de Ciencias Sociales, Cecilia Bustos Ibarra, en su instalación, a partir de hoy, como mediadora universitaria. La Dra. Bustos sucede en este rol a la académica Nieves Schade Yancovic, quien fue la primera en servir el cargo creado en 2018, cuyo fin principal es contribuir a la buena convivencia al interior de la casa de estudios, basada en el respeto de todas las personas que conforman la comunidad universitaria, mediando entre ellas en caso de conflictos. Una alta motivación y expectativas de hacer un aporte desde la perspectiva de los derechos humanos muestra la trabajadora social y magíster en Trabajo Social y Políticas Sociales, formada en la UdeC, y doctora en Sociología por la Universidad de Barcelona (España) en el inicio de este nuevo desafío. “Formé parte del Grupo de Interdisciplinario de Investigación en Derechos Humanos y Democracia de la UdeC (GIIDHD) y recuerdo bien las primeras conversaciones respecto de la necesidad de contar con una figura institucional que velara por el cumplimiento de un buen trato, con estándares mínimos de Derechos Humanos para todas las personas de la comunidad. Entonces, ahí hay una inquietud previa. Y cuando leí los requisitos de la convocatoria vi que cumplía a cabalidad con el perfil requerido”, señala. Una trayectoria profesional en la que se cuentan una década en el servicio público y 15 años de desarrollo en el ámbito académico en el Departamento de Trabajo Social en la UdeC son, a juicio de la Dra. Bustos, experiencias que sirven al desempeño de su nueva función que tiene competencias en distintos niveles de relaciones al interior de la universidad. “Mi formación en distintas disciplinas de la ciencias sociales, la formación básica en psicología, en manejo de conflictos, mi trabajo en el ámbito organizacional y mi experiencia profesional en el trabajo social, creo que me entregan ciertas herramientas previas para manejar diversos tipos de conflictos; para intervenir en un nivel de compresión de la diversidad y complejidad de las relaciones humanas, de las relaciones de trabajo en este caso”, comenta. También aportan a la nueva tarea su paso por la gestión académica como jefa de carrera (2012-2014) y vicedecana de Ciencias Sociales (2014-2016), donde -asegura- pudo profundizar en el conocimiento de la cultura organizacional de la casa de estudios. Desde su experiencia en el ámbito de la atención primaria, la profesional enfatiza en la necesidad de tener una concepción amplia e integral del bienestar. En esta mirada, acota, “las condiciones de vida y de trabajo son fundamentales para que las personas podamos desarrollarnos y, por lo tanto, tenemos que entender que cualquier dificultad que tengamos en el ámbito estudiantil o en el ámbito laboral repercute en otros planos, entonces hay una responsabilidad institucional y también una bonita posibilidad de actuar desde el rol de mediadora”. En esta perspectiva, anota que si bien su rol tiene un lado bien concreto, que es la atención de casos de mediación, hay un desafío mayor que es “promover una cultura del buen trato, del respeto de los derechos humanos de todas las personas que integramos la comunidad”. Reconoce que en el último tiempo se han logrado avances importantes en temas que afectan la convivencia, como por ejemplo, el acoso en el ámbito universitario, y eso hace, en su opinión, que “haya un escenario bastante más favorable a visibilizar ciertos conflictos que antes simplemente no se consideraban o se naturalizaban como parte de una relación jerárquica o se consideraban como problemas no institucionales, como problemas particulares que no debían preocupar a la institución”. El término del año significó para la Cecilia Bustos el cierre de su oficina en la Facultad de Ciencias Sociales, ya que deberá dejar la docencia por los tres años que estará en el ejercicio del cargo, que demanda dedicación exclusiva. “Es un dolorcito dejar la docencia; no es fácil dejar los temas en que uno trabaja; pero continuaré con algunas actividades de investigación”, señala la mediadora, quien fue elegida en el cargo tras un proceso que se inició en agosto de 2022, con la revisión de las seis postulaciones que recibió la convocatoria, cuatro de las cuales fueron declaradas admisibles. El proceso estuvo a cargo de una comisión integrada por los decanos de Farmacia y de Educación, Ricardo Godoy Ramos y Oscar Nail Kröyer; los académicos Susana Fisher Ganzoni (Campus Chillán) y Claudio Zaror Zaror (Ingeniería); los representantes de los sindicatos, Javier Vidal Valenzuela y Abelardo Castro Hidalgo, y de la Federación de Estudiantes, Álvaro Godoy Ortiz, además de la jefa de gabinete Violeta Montero Barriga, en representación del Rector, y del secretario general de la Universidad, Marcelo Troncoso Romero, quien actuó como ministro de fe.